El Mundo No Va a la Segunda Generación: Proverbio Japonés

Proverbios

Pronunciación de “世の中は二世は行かず”

Yononaka ha nisei ha ikazu

Significado de “世の中は二世は行かず”

“El mundo no va a la segunda generación” significa que los negocios o la riqueza construidos por la primera generación a menudo declinan para el tiempo de la segunda generación.

Este proverbio se refiere al fenómeno donde los cimientos construidos a través de las dificultades y esfuerzos del fundador no pueden ser mantenidos por la siguiente generación y se pierden. La primera generación posee una fuerte voluntad y poder de ejecución para crear algo de la nada, pero la segunda generación, criada beneficiándose de esos logros, tiende a carecer del mismo sentido de crisis y ambición—expresando este aspecto de la naturaleza humana.

Se usa cuando se discute la sucesión empresarial o cuando se debate sobre transiciones de liderazgo en organizaciones. También se usa para explicar la realidad de que los hijos de personas exitosas no necesariamente logran el mismo nivel de éxito. La razón para usar esta expresión es incluir una advertencia de que nada puede continuar sin esfuerzo. Incluso hoy, esta lección universal a veces se cita cuando se discute la gestión corporativa por familias fundadoras o la sucesión hereditaria en política.

Origen y etimología

El origen de “El mundo no va a la segunda generación” se conoce como un proverbio que surgió de las condiciones reales de las casas comerciantes durante el período Edo.

Este “nisei” (segunda generación) se refiere a lo que hoy llamaríamos el “heredero de segunda generación”, expresando el fenómeno donde los negocios familiares o la riqueza construidos laboriosamente por la primera generación declinan durante la segunda generación. En la sociedad comerciante del período Edo, no era raro que los fundadores de primera generación construyeran fortunas en una sola generación, pero sus hijos—la segunda generación—no podían necesariamente demostrar la misma perspicacia empresarial.

Particularmente desde mediados del período Edo en adelante, cuando el comercio se desarrolló y muchas casas comerciantes prosperaron, el fenómeno de “la tercera generación destruyendo la fortuna familiar” también se observó frecuentemente. Mientras que la primera generación poseía una fuerte voluntad y talento empresarial para surgir de la pobreza, la segunda generación, criada en circunstancias prósperas sin conocer tales dificultades, tendía a tener una pasión disminuida por los negocios y sentido de crisis.

Se piensa que este proverbio surgió naturalmente y se extendió entre las personas que observaron tales ascensos y caídas de las casas comerciantes. Se estableció entre la gente común como una lección universal que expresaba no solo asuntos empresariales, sino la dificultad del esfuerzo humano y la sucesión.

Ejemplos de uso

  • Esa tienda de larga tradición también fue víctima de “el mundo no va a la segunda generación” y cerró durante la tercera generación
  • Me preocupa confiar la empresa al hijo del fundador—después de todo, “el mundo no va a la segunda generación”

Interpretación moderna

En la sociedad moderna, “El mundo no va a la segunda generación” ha llegado a tener significados más complejos y multifacéticos.

Debido a la globalización y el rápido desarrollo tecnológico, la dificultad de la sucesión empresarial ha aumentado incomparablemente comparado con el período Edo. La segunda generación debe enfrentar desafíos que la primera generación nunca experimentó, como la digitalización, la IA y los problemas ambientales. Hemos entrado en una era donde la experiencia tradicional y la intuición por sí solas son insuficientes, y las generaciones más jóvenes con ideas frescas a menudo tienen ventajas.

Por otro lado, la noción fija de “las segundas generaciones no tienen éxito” en sí misma está siendo reconsiderada en tiempos modernos. Con educación y preparación adecuadas, hay numerosos ejemplos de segundas generaciones que logran un éxito que supera a la primera generación. Apple después de Steve Jobs y muchos negocios familiares han gestionado exitosamente las transiciones generacionales.

Además, la “sucesión” moderna no se limita a las relaciones sanguíneas. Se entiende en términos más amplios como la sucesión de la cultura corporativa e ideales, y la sucesión tecnológica. El equilibrio de “sucesión e innovación”—heredar el espíritu del fundador mientras se implementan reformas adaptadas a los tiempos—se enfatiza como importante.

Además, con los cambios en el sistema de empleo de por vida, vemos el pensamiento de “la segunda generación no tiene éxito” en las carreras individuales también. Hemos entrado en una era donde se enfatiza la importancia de forjar el propio camino en lugar de simplemente heredar las ocupaciones de los padres.

Cuando la IA escucha esto

Este proverbio era, en realidad, un análisis social sorprendente que predijo el problema de la “desigualdad hereditaria” moderna hace 300 años.

La gente común del período Edo ya se había dado cuenta. Habían observado la ley de que los herederos que reciben la posición y riqueza de sus padres a menudo carecen de la capacidad y el esfuerzo de la primera generación, llevándolos eventualmente a la decadencia. Esto está respaldado por investigaciones modernas. Según economistas estadounidenses, la “ley de la tercera generación” ha sido estadísticamente comprobada: los activos de las familias adineradas regresan en promedio a su nivel original en tres generaciones.

Lo fascinante es que este proverbio tiene dos caras. Una es el “deseo de meritocracia”. Es decir, el ideal de que uno debería competir basándose en habilidades reales, no en linaje. La otra es una “advertencia sobre la sociedad hereditaria”. Una mirada crítica hacia aquellos que dependen de la influencia de sus padres.

Mirando el Japón moderno, existe la realidad de que aproximadamente el 30% de los políticos son hereditarios, y alrededor del 60% de las empresas cotizadas son negocios familiares. Por ejemplo, la probabilidad de que el hijo de un político se convierta en político es miles de veces mayor que la de una persona común. Esto es precisamente la sociedad de “linaje sobre mérito” que la gente común del período Edo temía.

Este proverbio no es simplemente una palabra de consuelo. Era una crítica aguda a las estructuras sociales donde la desigualdad se vuelve fija, y la voz del pueblo exigiendo una verdadera sociedad meritocrática. Quizás nosotros en la era moderna deberíamos aprender de la perspicacia de la gente común de hace 300 años.

Lecciones para hoy

Lo que “El mundo no va a la segunda generación” enseña a las personas modernas es la realidad dura pero importante de que el éxito y los logros no se sostienen automáticamente.

Esta lección nos recuerda la importancia del esfuerzo continuo. Nos dice que necesitamos una actitud de buscar constantemente nuevos desafíos, sin volvernos complacientes sobre el éxito de nuestros padres o aferrarnos a la gloria pasada. Al mismo tiempo, aquellos en posiciones de heredar algo necesitan entender el peso de esa responsabilidad y, mientras rinden respeto a los esfuerzos de sus predecesores, deben agregar su propio valor.

En la sociedad moderna, podemos entender este proverbio desde una perspectiva más amplia. En todas las situaciones—liderazgo organizacional, sucesión tecnológica, transmisión cultural—se requiere un equilibrio de “sucesión e innovación”. Lo importante es preservar la tradición mientras se adapta a los tiempos cambiantes y se crea nuevo valor.

Además, este proverbio enseña a cada uno de nosotros el espíritu de independencia—que nuestras propias vidas son nuestras para forjar. Mientras somos agradecidos por los cimientos que alguien más construyó, tener el valor de caminar nuestro propio sendero sin depender de ello lleva al verdadero éxito.

Comentarios

Proverbios, Citas & Dichos del Mundo | Sayingful
Privacy Overview

This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.