Siete caídas, ocho levantadas: Proverbio japonés y significado

Proverbios

Pronunciación de “七転び八起き”

Shichi-korobi ya-oki

Significado de “七転び八起き”

“Siete caídas, ocho levantadas” es un proverbio que expresa el espíritu indomable de levantarse y continuar desafiándose una y otra vez, sin importar cuántos fracasos o contratiempos se experimenten.

Como muestra la relación numérica de caer siete veces pero levantarse ocho veces, enfatiza que el número de veces que uno se levanta es siempre uno más que el número de fracasos. Esto no es simplemente un aliento a “hacer lo mejor que puedas”, sino que enseña la importancia de continuar avanzando sin rendirse, reconociendo que el fracaso es inevitable en la vida.

Las situaciones donde se usa este proverbio son principalmente cuando se alienta a personas que enfrentan circunstancias difíciles o cuando uno se motiva a sí mismo. Se usa para personas que han experimentado varios contratiempos, como aquellos que han fracasado en los negocios, estudiantes que han reprobado exámenes de ingreso, o personas que han tropezado en las relaciones humanas.

Incluso hoy, esta expresión continúa siendo querida por muchas personas. Esto es porque, mientras la sociedad moderna siga siendo una sociedad competitiva, todos tienen el potencial de experimentar fracasos y contratiempos. Este proverbio nos enseña que en lugar de ocultar el fracaso como algo vergonzoso, el poder para superarlo es lo que constituye la verdadera fuerza humana.

Origen y etimología

Respecto al origen de “Siete caídas, ocho levantadas”, aunque no queda evidencia documental clara, está registrado como un proverbio que ya era ampliamente usado entre la gente común durante el período Edo.

El punto interesante sobre esta expresión radica en su combinación de números. El número “siete” ha sido usado desde tiempos antiguos en Japón como un número simbólico que representa completitud o abundancia. “Siete mares” y “siete maravillas” – el siete tiene un significado especial en varias partes del mundo. Mientras tanto, “ocho”, siendo uno más que siete, expresa una fuerza que lo supera.

Mirando la estructura de las palabras, “caer” significa tropezar físicamente, pero aquí se usa como una metáfora para el fracaso y los contratiempos en la vida. Y “levantarse” expresa no simplemente ponerse de pie, sino la fuerza mental para recuperarse de las dificultades.

Se piensa que el trasfondo del establecimiento de este proverbio radica en la cultura mercantil del período Edo. El fracaso era inevitable en los negocios, pero el espíritu indomable de recuperarse de él una y otra vez era altamente valorado. También, la influencia del bushido, donde la fuerza mental para “levantarse incluso después de la derrota” se consideraba una virtud, probablemente influyó en la difusión de este proverbio durante esa era.

Verdaderamente se puede decir que es una expresión muy japonesa que combina el encanto de los números con el espíritu indomable de la humanidad.

Ejemplos de uso

  • Aunque fracasé al iniciar un negocio, me estoy desafiando con una nueva empresa con el espíritu de Siete caídas, ocho levantadas
  • Reprobé el examen de ingreso, pero creo que trabajaré duro una vez más con Siete caídas, ocho levantadas

Interpretación moderna

En la sociedad moderna, “Siete caídas, ocho levantadas” ha desarrollado nuevas interpretaciones además de su significado tradicional. En la era de la información, mientras que la información sobre fracasos se difunde instantáneamente, las historias de éxito se comparten de manera similar, haciendo que el concepto de “aprender del fracaso” sea más altamente valorado.

Particularmente en la cultura de startups, la idea de “fallar rápido” se ha vuelto generalizada, y el espíritu de Siete caídas, ocho levantadas se superpone con conceptos modernos de “pivot” e “iteración”. En otras palabras, la actitud de repetir prueba y error rápidamente sin temer al fracaso, y mejorar cada vez, está siendo valorada.

Sin embargo, también hay desafíos específicos de la sociedad moderna. Con la difusión de las redes sociales, en un ambiente donde los éxitos de otros son constantemente visibles, los propios fracasos pueden sentirse más prominentes. También, con los cambios en el sistema de empleo de por vida, un solo fracaso a veces puede sentirse irreversible.

Por otro lado, con el aumento de trabajos secundarios y freelancing, la era moderna se puede decir que es un tiempo cuando es más fácil practicar Siete caídas, ocho levantadas. Incluso si uno fracasa en un campo, se ha vuelto más fácil que antes hacer un nuevo comienzo en otro campo.

En tiempos modernos, este proverbio está siendo reevaluado no como mera teoría espiritual, sino como guía de comportamiento concreto.

Cuando la IA escucha esto

La verdadera identidad de esta contradicción matemática es, en realidad, un ingenioso mecanismo filosófico que expresa sutilmente el estado psicológico humano.

Caerse siete veces y levantarse ocho significa que no comenzamos a contar nuestra vida desde las “caídas”, sino que partimos desde un estado inicial de “estar de pie”. Es decir, desde el momento en que nacemos, ya somos considerados seres que han completado su primer “levantarse”.

Esta perspectiva es fundamentalmente diferente del pensamiento occidental de “empezar desde cero”. Mientras que en Occidente tendemos a acumular los fracasos como puntos negativos, esta expresión japonesa comienza desde “+1” y va acumulando valores positivos cada vez que nos levantamos tras una caída.

Lo más fascinante es que este “excedente de +1” funciona como un “colchón psicológico de esperanza”. Al garantizar numéricamente que siempre “podemos levantarnos una vez más”, crea un sistema que evita lógicamente la desesperación.

Podríamos decir que es una idea que aprovecha al revés lo que la economía conductual moderna llama “sesgo de aversión a las pérdidas”. Al redefinir el acto de caer no como una pérdida, sino como la obtención de una oportunidad para levantarse, cambia radicalmente el marco cognitivo hacia el fracaso. Este truco matemático es precisamente lo que se convierte en el pilar espiritual de los japoneses cuando enfrentan las dificultades.

Lecciones para hoy

Lo que “Siete caídas, ocho levantadas” nos enseña hoy es el valor de continuar en lugar de aspirar a la perfección. En la sociedad moderna, solo las historias de éxito tienden a recibir atención, pero en realidad, muchas personas crecen acumulando pequeños fracasos en lugares que otros no pueden ver.

La verdadera enseñanza de este proverbio no radica en evitar el fracaso, sino en cómo enfrentarlo. Si temes caer y no caminas, nunca llegarás a tu destino. Lo importante es pensar “¿por qué caí?” cuando caes, y idear formas de caminar más hábilmente la próxima vez.

En tiempos modernos, tenemos muchas oportunidades de ver los éxitos de otros en las redes sociales, y puede sentirse como si solo nosotros estuviéramos fracasando. Sin embargo, mientras más exitosas son las personas, más fracasos han experimentado realmente. Tus fracasos nunca son algo de lo que avergonzarse.

También, este proverbio no solo enseña sobre “levantarse solo”. A veces levantarse con ayuda de quienes nos rodean también es una forma excelente de “ocho levantadas”. En la sociedad moderna, superar dificultades mientras nos apoyamos mutuamente puede estar volviéndose más importante.

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