Pronunciación de “船頭多くして船山に上る”
Sendou ooku shite fune yama ni noboru
Significado de “船頭多くして船山に上る”
Este proverbio significa que cuando hay demasiadas personas dando órdenes, las cosas en realidad salen mal.
En una organización o proyecto, cuando múltiples personas tratan de tomar el liderazgo, cada una muestra direcciones diferentes, resultando en confusión general. El trabajo que originalmente debería proceder bajo el comando claro de una persona se dispersa debido a las opiniones e instrucciones de muchas personas, llevando finalmente a resultados completamente diferentes de los objetivos iniciales.
Este proverbio se usa en situaciones como cuando las opiniones no se unifican en reuniones, cuando múltiples personas tratan de tomar control de un proyecto, o cuando los tomadores de decisiones no están claros dentro de una familia. Al expresar que “estamos en una situación de ‘Cuando hay muchos capitanes de barco, el barco sube a la montaña’,” uno puede apelar por la necesidad de clarificar la cadena de mando.
Incluso hoy, esta lección es extremadamente importante. Aunque la discusión democrática es valiosa, la persona que toma las decisiones finales y asume la responsabilidad debe estar claramente definida. De lo contrario, incluso las buenas ideas y el personal excelente no pueden ser utilizados efectivamente.
Origen y etimología
Se piensa que el origen de este proverbio se remonta a los clásicos chinos. Ha sido transmitido en Japón desde tiempos antiguos, con registros encontrados también en la literatura del período Edo.
Un capitán de barco se refiere a una persona que opera un barco. En los viajes en barco antiguos, las habilidades y el juicio del capitán jugaban un papel crucial que podía determinar la vida y muerte de los pasajeros. Típicamente, un barco tenía un capitán que tomaba el timón y decidía el curso.
¿Pero qué pasaría si hubiera múltiples capitanes en un barco? Cada uno comenzaría a afirmar su propio juicio, diciendo “esta dirección es correcta” o “no, ese camino es correcto.” El barco vagaría de izquierda a derecha, eventualmente subiendo a una montaña donde nunca debería ir. Esta es la escena cómica y simbólica que este proverbio describe.
La expresión “sube a la montaña” representa que el barco llega a un lugar completamente equivocado – no un puerto costero que sería su destino apropiado. Aunque esto es físicamente imposible, se usa como una expresión que causa una impresión poderosa de cuán seriamente la confusión de los sistemas de comando puede llevar a consecuencias.
Este proverbio ha sido querido por el pueblo japonés durante mucho tiempo como una lección que enseña los principios básicos de la gestión organizacional.
Datos curiosos
La profesión de “capitán de barco” que aparece en este proverbio era trabajo altamente especializado durante el período Edo. Se necesitaban habilidades para leer las corrientes del río, cambios de marea y variaciones climáticas, requiriendo años de entrenamiento para estar completamente calificado. Por lo tanto, los capitanes tenían autoridad absoluta en sus barcos.
El aspecto interesante de la expresión “sube a la montaña” radica en la imposibilidad física de que un barco – un vehículo acuático – alcance tierra, específicamente el lugar alto de una montaña. A través de esta expresión extrema, nos impresiona poderosamente cómo la confusión en la cadena de mando puede llevar a resultados más allá del sentido común.
Ejemplos de uso
- Nuestro departamento está en un estado de “Cuando hay muchos capitanes de barco, el barco sube a la montaña,” y no sé las instrucciones de quién seguir
- Las reuniones de la junta de padres siempre son “Cuando hay muchos capitanes de barco, el barco sube a la montaña,” así que nunca se decide nada
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, el significado de este proverbio se ha vuelto más complejo. Esto es porque mientras la importancia de reunir opiniones diversas y conocimiento especializado ha aumentado en nuestra sociedad de la información, la necesidad de toma de decisiones rápida también ha crecido.
Particularmente ahora que el trabajo remoto y las reuniones en línea se han generalizado, las situaciones de “Cuando hay muchos capitanes de barco, el barco sube a la montaña” son más propensas a ocurrir que antes. Los matices sutiles son más difíciles de transmitir a través de pantallas, y tiende a volverse poco claro quién está tomando el liderazgo. Incluso en intercambios de chat y correo electrónico, cuando múltiples personas dan instrucciones simultáneamente, la información se confunde.
Por otro lado, la gestión de proyectos moderna enfatiza la “diversidad” e “inclusión,” requiriendo la incorporación de opiniones de personas en varias posiciones. Esto podría parecer contradecir la enseñanza de este proverbio a primera vista.
Sin embargo, en realidad pueden coexistir. Al separar claramente la etapa de escuchar las opiniones de muchas personas de la etapa de tomar decisiones finales, los procesos democráticos y la ejecución eficiente pueden equilibrarse. La razón por la que roles como “facilitador” y “gerente de proyecto” se enfatizan en tiempos modernos es precisamente por esto.
Además, con el desarrollo de la tecnología de IA, se ha vuelto posible organizar y analizar grandes cantidades de opiniones e información. Esto expande la posibilidad de que incluso en situaciones con “muchos capitanes,” se pueda lograr una toma de decisiones efectiva con tecnología y procesos apropiados.
Cuando la IA escucha esto
En la actualidad, la “inteligencia colectiva” se considera un valor absoluto, pero este refrán apunta a una verdad completamente opuesta. En realidad, para que la inteligencia colectiva funcione se requieren condiciones extremadamente estrictas.
Según investigaciones del MIT, la inteligencia colectiva solo tiene éxito cuando los participantes juzgan de manera independiente, poseen diversas especialidades y existe un mecanismo claro de agregación. Sin embargo, los capitanes son todos expertos en la misma navegación, influyéndose mutuamente en tiempo real. Esto no genera “diversidad”, sino “amplificación de similitudes”.
Más decisivo aún es que la inteligencia colectiva moderna presupone “problemas con respuesta correcta”. En situaciones donde existe una respuesta objetiva, como predicciones bursátiles o del clima, múltiples opiniones son efectivamente útiles. Pero el rumbo de un barco no es un problema de “elegir la solución óptima”, sino de “avanzar en una dirección”. Aunque 10 personas propongan 10 rutas correctas diferentes, el barco no puede navegar simultáneamente en 10 direcciones.
La sabiduría clásica percibió que en la toma de decisiones es indispensable un “mecanismo de convergencia”. La idea moderna de “si todos pensamos juntos” en realidad pasa por alto la parte más difícil de la toma de decisiones: el proceso de elegir una opción entre múltiples alternativas racionales. Cuando hay muchos capitanes, se termina subiendo a la montaña precisamente porque todos son inteligentes.
Lecciones para hoy
Lo que este proverbio enseña a la gente moderna es que “el liderazgo no es una lucha de poder, sino asumir responsabilidad.”
A menudo tendemos a obsesionarnos con hacer que nuestras opiniones pasen o apoderarnos del control. Pero lo que es verdaderamente importante es crear un ambiente donde todos puedan trabajar juntos hacia objetivos generales.
Cuando estés en una posición de liderazgo, por favor ten el valor de tomar decisiones finales mientras escuchas las opiniones de otros. Y cuando estés en la posición de miembro, coopera con lo que se ha decidido y trata de hacer sugerencias constructivas.
En la sociedad moderna, cada individuo tiene experiencia y opiniones valiosas. Precisamente por eso es importante utilizar esas opiniones mientras también se muestra una dirección clara. Para evitar “Cuando hay muchos capitanes de barco, el barco sube a la montaña,” es esencial separar el tiempo para discusión del tiempo para toma de decisiones, y clarificar las divisiones de roles.
Este proverbio nos enseña cómo equilibrar la cooperación y la decisión – sabiduría que se necesita especialmente en tiempos modernos.


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