La cortesía, si se excede, se convierte en descortesía: Proverbio japonés

Proverbios

Pronunciación de “礼も過ぎれば無礼になる”

rei mo sugireba burei ni naru

Significado de “礼も過ぎれば無礼になる”

Este proverbio significa que aunque ser cortés es importante, cuando va demasiado lejos y se vuelve excesivamente cortés, puede en cambio causar incomodidad o ser una carga para la otra persona, resultando finalmente en descortesía.

La verdadera cortesía nace de un corazón considerado hacia otros, y la enseñanza aquí incorporada es que uno no debe obsesionarse tanto con la etiqueta formal que pierda de vista el propósito original. Por ejemplo, si actúas demasiado disculpándote hacia los clientes o te disculpas repetidamente, la otra persona se cansará de tener que ser considerada. Además, el lenguaje y comportamiento excesivamente cortés a veces puede crear distancia con otros y causar una pérdida de accesibilidad. Este proverbio se usa cuando se quiere señalar que la esencia de la cortesía es un corazón considerado hacia otros, y el peligro de olvidar ese corazón y perseguir solo la formalidad. Incluso hoy, proporciona enseñanzas muy prácticas sobre la importancia de mantener un equilibrio entre la cortesía apropiada y el comportamiento natural.

Origen y etimología

Se piensa que el origen de este proverbio surgió de las enseñanzas sobre la etiqueta antigua de Japón y los modales sociales.

En la sociedad samurái del período Edo, la etiqueta estricta era muy valorada. Sin embargo, se sabía por experiencia que obsesionarse demasiado con la cortesía formal podía en cambio causar incomodidad a otros o arruinar la atmósfera de una situación.

Esta enseñanza se ha transmitido como un concepto importante particularmente dentro de la cultura tradicional japonesa como la ceremonia del té y el arreglo floral. En la ceremonia del té, junto con el espíritu de “ichigo ichie” (una vez, un encuentro), se enseña la importancia de la consideración hacia otros que supera la formalidad, y se advertía contra el formalismo excesivo como algo que daña el “espíritu de hospitalidad” original.

También había una forma similar de pensar en el mundo mercantil. Aunque el trato cortés a los clientes es importante, cuando va demasiado lejos puede cansar a la otra persona o crear distancia, por lo que se enseñaba la importancia de la distancia apropiada.

Este proverbio es sabiduría que surgió naturalmente del sentido estético japonés que valora el corazón sobre la forma, y de una cultura de consideración que piensa desde la perspectiva de la otra persona.

Ejemplos de uso

  • El nuevo empleado Tanaka es cortés, pero como dicen “La cortesía, si se excede, se convierte en descortesía”, sus disculpas excesivas hacen difícil hablar con él
  • Cuando seguí inclinándome repetidamente mientras atendía clientes, mi superior me advirtió que “La cortesía, si se excede, se convierte en descortesía”

Interpretación moderna

En la sociedad moderna, el significado de este proverbio aparece en situaciones más complejas y diversas. Particularmente en la comunicación digital como SNS y correo electrónico, se ven frecuentemente fenómenos donde el lenguaje honorífico excesivo y las palabras de disculpa sobrecargan a otros.

En correos electrónicos de negocios, comenzar con “Gracias por su arduo trabajo” y superponer demasiadas frases amortiguadoras como “Lo siento terriblemente, pero” y “Me disculpo, pero” puede hacer que el contenido esencial sea difícil de transmitir. Además, incluso en herramientas casuales como LINE, usar lenguaje innecesariamente cortés puede crear distancia, y tales casos están aumentando.

Se ven fenómenos similares en la industria de servicios. El lenguaje honorífico demasiado manualizado y las sonrisas forzadas pueden dar a los clientes una sensación de artificialidad e incomodidad, impidiendo que se transmita el espíritu original de “hospitalidad”. Particularmente de turistas extranjeros, se escuchan voces diciendo “Los japoneses son demasiado corteses y cansadores”.

Por otro lado, dentro de los valores diversos modernos, se ha vuelto difícil juzgar qué constituye “cortesía apropiada”. Debido a las diferencias entre generaciones y trasfondos culturales, los estándares de cortesía difieren, haciendo más importantes las respuestas flexibles adaptadas a la otra persona.

Este proverbio, como una enseñanza universal que valora la sinceridad hacia otros sobre la formalidad, no ha perdido su valor incluso en tiempos modernos.

Cuando la IA escucha esto

En la comunicación digital moderna se está extendiendo un fenómeno que podríamos llamar “síndrome de cortesía excesiva”. Cada vez más personas repiten constantemente frases como “espero que esté bien” en sus emails, usan emojis y signos de exclamación innecesarios en WhatsApp, o acumulan preámbulos como “disculpe las molestias” y “sé que está muy ocupado, pero” en sus mensajes.

Según investigaciones de psicólogos, el uso excesivo de formalidades transmite la impresión de que “esta persona está ocultando sus verdaderas intenciones”, lo que paradójicamente daña las relaciones de confianza. Especialmente en redes sociales, se han reportado casos donde comentarios demasiado corteses son percibidos como “distantes” o “fríos”, deteriorando la relación con los seguidores.

Lo más interesante es que en una encuesta realizada a jóvenes de 20 años sobre sus reacciones “al recibir mensajes excesivamente formales”, el 68% respondió que “sienten presión” y “se cansan porque sienten que deben responder al mismo nivel”. Es decir, esa cortesía que pretende ser considerada se convierte paradójicamente en una “descortesía” que agota al receptor.

En la era digital, la verdadera cortesía quizás consista en mantener una “distancia apropiada” que considere el tiempo y la carga psicológica de la otra persona.

Lecciones para hoy

Lo que este proverbio nos enseña hoy es que la verdadera comunicación comienza con empatizar con el corazón de la otra persona. Aunque la etiqueta formal es importante, la sensibilidad para percibir cómo se siente la otra persona es lo que constituye la consideración real.

En la vida diaria, tengamos la flexibilidad de ajustar nuestro nivel de cortesía según nuestra relación con otros y la situación. Sé cortés al principio en un nuevo lugar de trabajo, pero encuentra una distancia natural a medida que te acostumbres. En las amistades, valora los sentimientos honestos sobre la reserva excesiva. Cuando puedas hacer tales distinciones, tus relaciones se volverán mucho más ricas.

Especialmente en la sociedad digital de hoy, es difícil leer los sentimientos de otros a través de intercambios solo de texto. Pero precisamente por eso la imaginación para pensar desde la perspectiva de la otra persona se vuelve importante. Al desarrollar el hábito de pensar “¿Esta palabra hará feliz a la otra persona? ¿No se sentirán sobrecargados?” tus habilidades de comunicación seguramente mejorarán.

La cortesía es una forma de expresar afecto hacia otros. Valoremos la distancia apropiada sincera para que este afecto se transmita correctamente a otros.

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