Pronunciación de “来年の事を言えば鬼が笑う”
Rainen no koto wo ieba oni ga warau
Significado de “来年の事を言えば鬼が笑う”
Este proverbio significa “es imprudente y ridículo predecir o planificar para el futuro distante.”
Dado que los humanos no tienen la capacidad de predecir completamente el futuro, transmite la enseñanza de que es poco realista hablar definitivamente sobre cosas demasiado lejanas o hacer planes detallados. Al mencionar específicamente “el año que viene” como un período de tiempo concreto, expresa la incertidumbre de la vida – que incluso un año adelante, nada puede decirse con certeza.
Este proverbio se usa cuando alguien está hablando con excesivo detalle sobre planes futuros o haciendo declaraciones definitivas sobre asuntos inciertos. En lugar de criticar duramente a la otra persona, a menudo se usa como una amonestación gentil que significa “no puedes saber tan lejos.” Sigue siendo una expresión querida en tiempos modernos para transmitir la dificultad de las predicciones a largo plazo.
Origen y etimología
El origen de este proverbio está arraigado en el valor de la “humildad hacia el futuro” que los japoneses han mantenido durante mucho tiempo. Desde el período Heian hasta el período Muromachi, la gente vivía en un mundo inestable donde los desastres naturales y la guerra ocurrían frecuentemente. Contra este trasfondo histórico, surgió el reconocimiento realista de que “cuando ni siquiera podemos saber lo que traerá el mañana, no hay manera de que podamos predecir los eventos del próximo año.”
La expresión “los demonios se ríen” transmite que incluso seres sobrenaturales como los demonios se reirían de lo ridículas que son las predicciones imprudentes humanas. Los demonios han sido temidos durante mucho tiempo como seres más allá del entendimiento humano, pero también fueron representados como entidades sabias que podían ver a través de la necedad humana.
Expresiones similares pueden encontrarse en la literatura del período Edo, y se cree que se volvió ampliamente usada entre la gente común. Particularmente en una sociedad centrada en la agricultura, enfrentando cosechas afectadas por el clima, había una sensación real de que planificar demasiado lejos era impracticable. Este proverbio es una condensación de tal sabiduría ancestral de la vida diaria.
Ejemplos de uso
- Estamos hablando de cambiar de trabajo, pero como si hablas de las cosas del año que viene, los demonios se ríen, concentrémonos primero en trabajar duro en nuestro trabajo actual
- Estoy haciendo planes detallados de viaje para el próximo año, pero como si hablas de las cosas del año que viene, los demonios se ríen, debería mantenerlo moderado
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, el significado de este proverbio ha experimentado cambios significativos. Con el desarrollo de la sociedad de la información, las tecnologías de predicción usando análisis de datos y estadísticas han mejorado dramáticamente. Las predicciones a largo plazo que una vez estuvieron al nivel donde “los demonios se reirían” – como pronósticos del tiempo, predicciones económicas y tendencias demográficas – se han vuelto posibles con cierto grado de precisión.
Particularmente en el mundo de los negocios, las estrategias a largo plazo como planes de 5 y 10 años se han vuelto comunes, y las empresas que no establecen planes orientados al futuro se consideran anticuadas. Incluso a nivel individual, la planificación de vida y gestión de activos que miran décadas adelante son recomendadas.
Por otro lado, la propagación global del COVID-19 recordó a la gente moderna una vez más los “límites de la predicción.” Sin importar cuán avanzadas se vuelvan la ciencia y la tecnología, fuimos testigos de la realidad de que todos los planes pueden ser interrumpidos por eventos repentinos.
Bajo estas circunstancias, este proverbio ha ganado nueva interpretación. En lugar de abandonar completamente la planificación, continúa siendo transmitido como sabiduría moderna que significa “haz planes, pero responde flexiblemente a los cambios.” Continúa teniendo valor como palabras que enseñan la importancia del equilibrio – aceptar la incertidumbre mientras no se descuida la preparación.
Cuando la IA escucha esto
Los pronósticos meteorológicos modernos pueden predecir con aproximadamente un 70% de precisión hasta 7 días. Las IA de predicción bursátil interpretan tendencias futuras a partir de enormes cantidades de datos. Entonces, ¿por qué el dicho “si hablas del año que viene, hasta los demonios se ríen” sigue siendo tan acertado?
La respuesta está en la “teoría del caos”. Esta teoría establece que “pequeñas diferencias en las condiciones iniciales pueden generar grandes diferencias en los resultados posteriores”. Es conocida por el “efecto mariposa”, que sugiere que el aleteo de una mariposa en Brasil podría causar un tornado en Texas.
De hecho, se considera que la precisión de los pronósticos meteorológicos tiene un límite de 2 semanas. Por muy avanzadas que sean las supercomputadoras, esta barrera no puede romperse. Esto se debe a que es físicamente imposible medir perfectamente el movimiento de cada molécula individual en la atmósfera.
Aún más fascinante es el “fenómeno del cisne negro”. Se refiere a eventos impredecibles que cambian drásticamente la historia. La pandemia de COVID-19 en 2020, la crisis de Lehman Brothers en 2008. Ninguno de estos eventos pudo ser previsto ni siquiera por los mejores economistas.
En otras palabras, por mucho que avance la tecnología de predicción, el mundo está esencialmente lleno de “elementos impredecibles”. Quizás los demonios se ríen porque los humanos tienden a confiar excesivamente en la tecnología y olvidan esta incertidumbre fundamental.
Lecciones para hoy
Lo que este proverbio nos enseña hoy es la importancia de “equilibrar la planificación con la flexibilidad.” Mientras que la preparación para el futuro es necesaria, no debemos olvidar la humildad de aceptar los límites de la predicción.
En la sociedad moderna, se ha vuelto cada vez más común hablar de sueños futuros en las redes sociales o anunciar planes de vida detallados. Sin embargo, si dibujamos una imagen demasiado concreta y definitiva del futuro, corremos el riesgo de volvernos incapaces de adaptarnos a los cambios. Este proverbio gentilmente nos enseña “está bien relajarse un poco” en tales momentos.
Lo importante es tener sueños y metas mientras mantenemos la posibilidad de que “las cosas podrían cambiar” en un rincón de nuestros corazones. De esa manera, cuando ocurran eventos inesperados, podemos aceptarlos como nuevas oportunidades.
Comenzando hoy, cuando hables sobre el futuro, no olvides mantener una actitud ligeramente humilde. Seguramente creará espacio en tu corazón y hará la vida más disfrutable.


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