La buena fortuna llega a quien duerme esperando: Proverbio japonés y significado

Proverbios

Pronunciación de “果報は寝て待て”

Kahou wa nete mate

Significado de “果報は寝て待て”

El significado original de “La buena fortuna llega a quien duerme esperando” es “Después de hacer todo lo que debes hacer, es mejor esperar los resultados sin apresurarse.”

Esta expresión de ninguna manera aboga por la pereza. Más bien, es una frase dirigida a personas que han hecho suficiente esfuerzo. “Buena fortuna” se refiere a buenos resultados o suerte, y la idea subyacente es que no aparece repentinamente de la nada, sino que es traída a través de la acumulación de las acciones pasadas de uno.

Se usa en situaciones cuando las personas que han hecho preparaciones y esfuerzos suficientes se vuelven ansiosas, o cuando se dirige a aquellos que están tratando de apresurarse por resultados. Se emplea como palabras para aliviar los sentimientos ansiosos después de hacer lo mejor posible – para estudiantes que trabajaron duro estudiando para exámenes, personas que pasaron por entrevistas de trabajo, dueños de negocios que lanzaron nuevas empresas, y así sucesivamente. Incluso hoy, esta expresión se usa porque la preocupación excesiva y la impaciencia a veces pueden obstaculizar buenos resultados.

Origen y etimología

Al explorar los orígenes de “La buena fortuna llega a quien duerme esperando,” encontramos que está profundamente arraigado en el pensamiento budista. La palabra “buena fortuna” era originalmente un término budista que significaba “retribución que aparece como resultado del karma.” En otras palabras, es el concepto de causa y efecto – que las buenas acciones inevitablemente traerán buenos resultados a quienes las realizan.

El trasfondo de la creación de este proverbio yace en las vidas de la gente común durante el período Edo. Las personas de esa época eran fuertemente conscientes del destino y la suerte que no podían ser controlados solo a través de sus esfuerzos. Los granjeros estaban a merced del clima, los comerciantes eran sacudidos por las corrientes de los tiempos. En tales circunstancias, el sentimiento de “hagamos lo que debemos hacer, luego dejemos el resto al cielo” fue incrustado en este proverbio.

La expresión “dormir y esperar” también es interesante. Esto no significa simplemente ser perezoso, sino que contiene el significado de calmar la mente de uno y esperar el momento adecuado sin apresurarse. Como palabras que expresan el estado de “no-acción natural” que se conecta con la filosofía Zen, ha continuado siendo amado por muchas personas. Apareció frecuentemente en la literatura del período Edo y se estableció como sabiduría popular.

Datos curiosos

La palabra “buena fortuna” se usa en tiempos modernos para significar “buenos resultados,” pero originalmente era un término budista que incluía tanto resultados buenos como malos. En otras palabras, también había uso como “mala fortuna.” Sin embargo, en este proverbio llegó a ser usado solo en un sentido positivo, convirtiéndolo en un ejemplo interesante de cómo los significados de las palabras cambian con el tiempo.

Entre los comerciantes del período Edo, aparentemente también había el dicho “La buena fortuna practica y espera.” “Practicar” significa “pensar bien,” y esta era una interpretación comercial de no solo esperar, sino continuar usando la mente durante ese tiempo.

Ejemplos de uso

  • No puedo evitar preocuparme por los resultados de la entrevista, pero como dicen “La buena fortuna llega a quien duerme esperando,” así que me enfocaré en otras cosas por ahora
  • Siento ganas de apresurarse por una respuesta a mi propuesta, pero decidí seguir su ritmo con el espíritu de “La buena fortuna llega a quien duerme esperando”

Interpretación moderna

En la sociedad moderna, la interpretación de “La buena fortuna llega a quien duerme esperando” ha cambiado significativamente. Debido a la influencia de la sociedad de la información, muchas personas tienden a entender este proverbio como que significa “cosas buenas pasarán si solo esperas sin hacer nada.” El uso casual de la expresión “dormir y esperar” en las redes sociales puede tener este tipo de malentendido en el trasfondo.

Sin embargo, el significado original de este proverbio se vuelve importante precisamente en tiempos modernos. En una sociedad orientada a la velocidad, hay una fuerte tendencia a buscar resultados inmediatos, y más personas están actuando sin períodos de preparación suficientes o rindiéndose cuando los resultados no aparecen en poco tiempo. También, el hábito de constantemente revisar información y confirmar resultados en smartphones puede realmente aumentar la ansiedad.

Por otro lado, con el desarrollo de la tecnología AI, la creatividad y paciencia que solo los humanos poseen se han vuelto más valiosas. Así como el aprendizaje automático requiere grandes cantidades de datos y tiempo, las cosas verdaderamente valiosas se nutren con el tiempo.

En el mundo de las inversiones también, la importancia de la “inversión a largo plazo” está siendo reconocida nuevamente, y el enfoque de pacientemente nutrir activos con el tiempo sin ser influenciado por movimientos de precios a corto plazo se está extendiendo. Esto puede verdaderamente llamarse la versión moderna de “La buena fortuna llega a quien duerme esperando.”

Cuando la IA escucha esto

“La fortuna llega a quien sabe esperar” describe perfectamente lo que la neurociencia moderna ha revelado sobre el funcionamiento de la “Red Neuronal por Defecto” (DMN, por sus siglas en inglés). La DMN es un circuito cerebral que se activa cuando no estamos realizando tareas conscientes, y cumple funciones cruciales como organizar recuerdos, generar pensamientos creativos y producir ideas para resolver problemas.

Lo fascinante es que la DMN se vuelve más activa precisamente cuando “no estamos haciendo nada”. Una investigación de la Universidad de Stanford demostró que simplemente caminar aumenta la creatividad en un 60%. Esto ocurre porque al dejar de lado el esfuerzo consciente, el cerebro automáticamente integra información y encuentra nuevas soluciones.

Aún más notable es la precisión de la expresión “durmiendo se espera”. Durante el sueño, el cerebro consolida recuerdos y elimina información innecesaria. Especialmente durante el sueño REM, recuerdos aparentemente no relacionados se conectan entre sí, facilitando el surgimiento de ideas innovadoras. La famosa historia del químico Kekulé, quien descubrió la estructura del anillo de benceno en un sueño, es resultado de este funcionamiento de la DMN.

Las personas modernas tienden a caer en la obsesión de “debo esforzarme constantemente”, pero la neurociencia demuestra justamente lo contrario: la importancia del “descanso intencional”. Esta sabiduría que los antiguos comprendían intuitivamente era, en realidad, una fórmula científicamente correcta para el éxito.

Lecciones para hoy

Lo que este proverbio enseña a las personas modernas es “el coraje de confiar en el proceso.” Precisamente porque vivimos en una sociedad donde los resultados determinan todo, nos recuerda la importancia de valorar el proceso que lleva a los resultados y pasar ese tiempo significativamente.

Específicamente, durante la búsqueda de trabajo puedes usarlo como tiempo para adquirir nuevas habilidades, o mientras esperas la respuesta de una pareja romántica puedes enfocarte en el auto-mejoramiento – puedes transformar el “tiempo de espera” en oportunidades de crecimiento.

También, este proverbio nos enseña “la sabiduría de soltar.” En lugar de tratar de controlar forzosamente lo que no puede ser controlado, después de hacer todo lo que puedes con todas tus fuerzas, confías los resultados al universo. Tal paz mental a veces puede atraer buenos resultados.

Tú también podrías estar esperando algún resultado ahora mismo. En tales momentos, recuerda el verdadero significado de este proverbio. En lugar de ser dominado por la impaciencia y ansiedad, confía en tus esfuerzos hasta ahora y espera calmadamente que llegue el momento. Esa fuerza silenciosa podría ser el poder más necesitado por aquellos de nosotros que vivimos en tiempos modernos.

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