Pronunciación de “冬来りなば春遠からじ”
Fuyu kitarinaba haru tōkaraji
Significado de “冬来りなば春遠からじ”
Este proverbio expresa un mensaje de esperanza de que “los tiempos difíciles y las situaciones desafiantes no duran para siempre, y los buenos tiempos seguramente vendrán.”
Incluso cuando llega la dura estación del invierno, es un presagio de la primavera, una estación cálida llena de vitalidad, y no hay necesidad de desesperar. Esta es una expresión metafórica que compara las dificultades y el sufrimiento de la vida con el invierno, y la felicidad y el éxito que inevitablemente sigue con la primavera.
Este proverbio se usa cuando uno mismo u otros están en situaciones difíciles. Se usa para transmitir la importancia de vivir positivamente sin perder la esperanza cuando se enfrentan varias pruebas en la vida como enfermedad, desempleo, problemas de relación o fracasos en exámenes. También se usa como palabras de aliento para dar esperanza a las personas que se sienten desanimadas.
Incluso hoy, esta expresión continúa siendo amada por muchas personas. Esto probablemente se debe a que sin importar cuán avanzadas se vuelvan la ciencia y la tecnología, las emociones que experimentan los humanos—alegría y tristeza, esperanza y desesperación—permanecen sin cambios. Para las personas en situaciones difíciles, estas palabras sirven como un mensaje poderoso que apoya el corazón.
Origen y etimología
Este proverbio en realidad no es originalmente japonés. Es una traducción de una línea del poema “Oda al viento del oeste” (1819) del poeta inglés Percy Bysshe Shelley: “If Winter comes, can Spring be far behind?”
El poema de Shelley cantaba sobre la esperanza del cambio político, comparando la dura realidad con el invierno y un futuro esperanzador con la primavera. Cuando fue introducido a Japón durante el período Meiji, esta hermosa expresión debe haber capturado los corazones de muchas personas.
Lo que es interesante es que en el proceso de que esta frase echara raíces en Japón, la expresión poética occidental se transformó en la forma de un proverbio japonés. Al usar la expresión japonesa clásica “~naba~ji,” se siente como si fuera un proverbio que había existido en Japón desde tiempos antiguos.
Durante la turbulenta era Meiji, cuando los japoneses enfrentaron la afluencia de la civilización occidental y el cambio social rápido, estas palabras deben haber tenido un significado especial. Como palabras de esperanza para superar tiempos difíciles, naturalmente se fundieron en la cultura japonesa. La razón por la que continúan siendo amadas por muchas personas hoy puede ser porque su mensaje universal de esperanza resuena a través del tiempo.
Ejemplos de uso
- Una madre dijo “Si el invierno ha llegado, la primavera no estará lejos” a su hijo que estaba deprimido después de fallar en sus exámenes de ingreso
- Después de ser despedido y sentirme perdido, continúo mi búsqueda de trabajo con el espíritu de “Si el invierno ha llegado, la primavera no estará lejos”
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, han surgido nuevos aspectos en la interpretación de este proverbio. El concepto de “velocidad,” que es característico de la sociedad de la información, está cambiando cómo se recibe esta frase.
Con la difusión de las redes sociales e internet, hemos desarrollado una fuerte tendencia a buscar resultados inmediatos. Cuando caemos en situaciones difíciles, tratamos de encontrar soluciones inmediatamente, y si la situación no mejora en poco tiempo, nos sentimos ansiosos. Sin embargo, este proverbio originalmente valora la idea de ritmos naturales donde las cosas cambian con el tiempo.
Desde la perspectiva de la salud mental moderna, estas palabras también tienen un significado importante. Para las personas que luchan con dificultades mentales como depresión y trastornos de ansiedad, el mensaje esperanzador de que “las cosas seguramente mejorarán” sirve como apoyo para el tratamiento. Sin embargo, los expertos señalan que “no solo esperar, sino que también son necesarios el tratamiento apropiado y la acción,” dando lugar a interpretaciones modernas de que las actitudes pasivas por sí solas son insuficientes.
Además, en el mundo actual de fluctuaciones económicas rápidas, las carreras individuales y los altibajos corporativos son frecuentes. En una sociedad donde el sistema de empleo de por vida ha colapsado y los cambios de trabajo se han vuelto comunes, este proverbio funciona como palabras que apoyan una filosofía de vida positiva de que “un fracaso o dificultad no es el fin de la vida.” Continúa teniendo valor en tiempos modernos como palabras que nutren el poder de superar dificultades, la llamada “resistencia.”
Cuando la IA escucha esto
El cerebro humano posee la capacidad de cambiar dramáticamente la percepción del tiempo en situaciones desesperantes. Este proverbio es precisamente un ejemplo extraordinario de la verbalización de ese mecanismo cognitivo.
Normalmente, las personas que atraviesan períodos difíciles caen en una “percepción puntual del tiempo”. Es decir, un estado en el que sienten como si el sufrimiento de este momento fuera a durar para siempre. La investigación del científico cognitivo Daniel Gilbert ha demostrado que las personas en estados emocionales negativos perciben las estimaciones de tiempo como 1.5 veces más largas en promedio.
Sin embargo, “si llega el invierno, la primavera no puede estar lejos” impulsa al cerebro a cambiar hacia una “percepción circular del tiempo”. Al contrastar el invierno y la primavera, hace que reinterpretemos el tiempo no como una línea recta, sino como un ciclo que inevitablemente regresa.
Aún más fascinante es el hecho de que este proverbio utiliza la imagen concreta de las “estaciones”. En neurociencia se ha descubierto que las imágenes concretas activan el sistema de recompensa del cerebro tres veces más intensamente que la esperanza abstracta. Los recuerdos sensoriales como la calidez de la primavera y la fragancia de las flores estimulan la función de predicción futura de la corteza prefrontal y promueven la secreción de dopamina, la hormona de la esperanza.
Los antiguos, sin conocer las bases científicas, habían penetrado en la esencia del sistema cognitivo humano. Este proverbio funciona como una “receta cognitiva” que transforma la desesperación en esperanza.
Lecciones para hoy
Lo que este proverbio nos enseña hoy es la importancia de creer en el “poder del tiempo” especialmente durante períodos difíciles. Precisamente porque vivimos en una sociedad moderna que tiende a buscar resultados inmediatos, necesitamos recordar que las cosas tienen ritmos naturales.
Sin importar qué dificultades enfrentes ahora, no continuarán para siempre. Lo que importa es lo que haces mientras esperas la primavera. Como las plantas que extienden sus raíces bajo tierra durante el invierno, trata de ver esto como tiempo precioso para construir fuerza en lugares no vistos. Podría ser un período valioso para adquirir nuevas habilidades, profundizar las relaciones humanas, o enfrentarte a ti mismo.
Este proverbio también nos enseña compasión por otros. Cuando hay personas a tu alrededor en situaciones difíciles, recuerda estas palabras. Puede que no sepamos cuánto durará su invierno, pero la primavera seguramente vendrá. En lugar de apurarlos o forzar el aliento, deberíamos tener la bondad de quedarnos silenciosamente a su lado y esperar la primavera juntos.
La vida tiene ciclos como las estaciones. Las dificultades de hoy se convierten en el alimento de mañana para el crecimiento.


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