Pronunciación de “煩悩の犬は追えども去らず”
Bonnō no inu wa oedomo sarazu
Significado de “煩悩の犬は追えども去らず”
Este proverbio significa que los deseos y apegos que habitan en el corazón humano no pueden ser completamente eliminados sin importar cuánto uno trate de suprimirlos con la razón.
Las pasiones mundanas se refieren a emociones como la ira, el deseo, los celos y el apego que perturban y atormentan el corazón humano. Estas emociones, como un perro que se ha encariñado con su dueño, una vez que se asientan en el corazón, regresarán una y otra vez sin importar cuánto trates de ahuyentarlas. Incluso cuando la razón nos dice “no debería tener tales sentimientos”, las emociones no pueden ser controladas como deseamos.
Este proverbio se usa para expresar la debilidad y limitaciones humanas. Enseña que incluso si nos esforzamos por convertirnos en santos perfectos, mientras seamos humanos, es difícil liberarse completamente de varios deseos y emociones. Sin embargo, esto no pretende llevar a los humanos a un estado de resignación. Más bien, muestra la sabiduría de aceptar la naturalidad de tener emociones humanas y aprender a lidiar con ellas hábilmente.
Origen y etimología
El origen de este proverbio está profundamente arraigado en las enseñanzas budistas. “Pasiones mundanas” es un término budista que se refiere a los deseos y apegos que perturban y atormentan el corazón humano. En las enseñanzas de Buda, las pasiones mundanas se consideran la raíz del sufrimiento humano, y la iluminación se logra cortándolas.
La expresión “perro de las pasiones mundanas” es una metáfora que compara las pasiones mundanas con un solo perro. Los perros tienen el hábito de regresar sin importar cuánto trates de ahuyentarlos una vez que se encariñan con su dueño. Esta característica de los perros se superpuso con la naturaleza de las pasiones mundanas.
El trasfondo del nacimiento de este proverbio radica en la historia de la transmisión del budismo a Japón y su penetración en la cosmovisión de la gente común. Desde el período Heian hasta el período Kamakura, el budismo se extendió no solo entre la nobleza sino también entre la población general, y el concepto de pasiones mundanas llegó a usarse en la vida diaria.
Particularmente en el budismo Kamakura, se predicaron enseñanzas de que incluso la gente común podía ser salvada, y la humanidad de tener pasiones mundanas comenzó a ser discutida. Se piensa que este proverbio que expresa cómo lidiar con las pasiones mundanas nació contra tal trasfondo histórico. La metáfora usando perros, animales familiares, probablemente fue un recurso para transmitir las difíciles enseñanzas del budismo de manera fácil de entender.
Ejemplos de uso
- Decidí hacer dieta pero volví a alcanzar los dulces – verdaderamente “El perro de las pasiones mundanas, aunque lo ahuyentes, no se va”
- Ha pasado una semana desde que dejé de fumar pero quiero fumar otra vez. “El perro de las pasiones mundanas, aunque lo ahuyentes, no se va” está bien dicho
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, este proverbio ha llegado a tener significados más complejos y diversos. En la era de las redes sociales, los celos y el deseo de aprobación a través de la comparación con otros han surgido como nuevas pasiones mundanas. Los sentimientos de envidia al ver las vidas plenas de otros en Instagram o preocuparse por el número de “me gusta” pueden verdaderamente llamarse versiones modernas de las pasiones mundanas.
Con el desarrollo de la tecnología, estamos expuestos a más tentaciones que antes. Notificaciones de teléfonos inteligentes, reproducción automática de servicios de streaming de video, la conveniencia de las compras en línea – mecanismos que estimulan el deseo abundan en nuestra vida diaria. Incluso cuando tratamos de suprimir estas tentaciones con la razón, la realidad es que las cosas no van como deseamos.
Por otro lado, en tiempos modernos, se están usando enfoques científicos como la psicología y la atención plena para estudiar cómo lidiar con las emociones. Se están explorando métodos no para eliminar completamente las pasiones mundanas, sino para reconocerlas y aceptarlas mientras se lidia con ellas apropiadamente.
También, en la sociedad moderna que valora la diversidad, hay una tendencia a ver los deseos y emociones humanas no uniformemente como “cosas malas” sino a aceptarlas positivamente como parte del ser humano. Este proverbio puede estar enseñando a las personas modernas que buscan demasiada perfección la importancia de aceptar la imperfección humana.
Cuando la IA escucha esto
La elección del perro como animal esconde en realidad un ingenioso mecanismo psicológico. Normalmente, los perros son animales que muestran una reacción natural de “venir cuando se les llama, huir cuando se les persigue”. Sin embargo, al presentar un perro que “no se va aunque se le persiga” para expresar las pasiones mundanas, se resalta la naturaleza anómala de estas pasiones.
Esta expresión paradójica captura magistralmente la esencia de las pasiones mundanas. Mientras que los animales salvajes huyen sin falta cuando son perseguidos, el perro es un animal que vive dentro de una relación con los seres humanos. Así como un perro doméstico a veces permanece en un lugar contrariando las intenciones de su dueño, las pasiones mundanas también se describen como una presencia “domesticada” en nuestros corazones.
Aún más fascinante es la característica del “apego” en los perros. Los perros muestran un fuerte cariño hacia lugares o personas que les agradan, y no se separan fácilmente de ellos. Esta tendencia se superpone con la “persistencia” de las pasiones mundanas. El haber elegido deliberadamente al perro, un animal que “no se va fácilmente”, en lugar de un animal que se marcha con frialdad como el gato, refleja la aguda capacidad de observación del creador.
Además, el perro, como el animal más cercano a los seres humanos, facilita nuestra identificación emocional. Al expresar las pasiones mundanas a través de la imagen entrañable de un perro, se expresa simultáneamente esa emoción compleja que nos impide tratarlas como completamente malvadas. Los sentimientos encontrados de amor y odio hacia las pasiones mundanas están plasmados en esta elección animal.
Lecciones para hoy
Lo que este proverbio nos enseña hoy es que está bien no ser perfecto. No hay necesidad de sentirse deprimido comparándose con otros en las redes sociales o culparse por fallar en la dieta. Estas son experiencias humanas naturales.
Lo importante no es ver las diversas emociones y deseos dentro de uno mismo como enemigos, sino observarlos objetivamente, pensando “Ah, el perro de las pasiones mundanas ha venido otra vez”. Cuando surgen emociones como ira, celos y deseo, no trates de suprimirlas por la fuerza, sino primero reconoce su existencia.
En la sociedad moderna, el autocontrol y la autogestión tienden a ser enfatizados, pero a veces es necesario ser amable con uno mismo. Es debido a las pasiones mundanas que las personas crecen y nace la empatía hacia otros. Como no hay humanos perfectos, deberíamos construir relaciones donde podamos aceptar las imperfecciones de cada uno.
Incluso si sucumbes a alguna tentación hoy, no te culpes demasiado. Eso también es un aspecto humano entrañable.


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