Pronunciación de “尾生の信”
Bisei no shin
Significado de “尾生の信”
“La fidelidad de Osheng” significa estar demasiado obsesionado con mantener las promesas y conservar la fe, volviéndose inflexible y causando daño en su lugar.
Este proverbio contiene la lección de que incluso el acto aparentemente virtuoso de “mantener las promesas”, cuando se ejecuta ciegamente sin considerar la situación, puede volverse contraproducente. Se usa para amonestar a personas o situaciones donde uno se ha vuelto demasiado atado por reglas y promesas, perdiendo flexibilidad.
Este proverbio enseña que la verdadera fe no se trata de mantener formalmente las promesas, sino de actuar con consideración hacia el propósito original de esas promesas y el verdadero beneficio de la otra parte. En tiempos modernos, se usa a menudo para criticar respuestas inflexibles que solo pueden seguir manuales, o actitudes que se obsesionan demasiado con las formalidades mientras pierden de vista la esencia. Como Osheng, que se suponía que estaba esperando con la esperanza de reunirse con su amada pero terminó perdiendo esa posibilidad para siempre, advierte sobre el peligro de que los medios se conviertan en el objetivo final.
Origen y etimología
“La fidelidad de Osheng” es un proverbio derivado de un relato histórico registrado en el clásico chino antiguo “Zhuangzi”. El protagonista de esta historia, un hombre llamado Osheng, estaba esperando a su mujer amada bajo un puente.
Incluso cuando llegó la hora acordada, la mujer no apareció, y el agua del río comenzó a subir. Normalmente, uno evacuaría a un lugar seguro, pero Osheng se negó obstinadamente a irse, diciendo “prometí esperar aquí”. El nivel del agua siguió subiendo, y finalmente, incluso aferrándose al pilar del puente, el agua le llegó hasta el cuello. Aún así, Osheng continuó manteniendo su promesa y finalmente se ahogó.
Este relato histórico fue transmitido a Japón y se estableció como el proverbio “La fidelidad de Osheng”. Detrás del registro de Zhuangzi de esta historia estaba el concepto de “fe y rectitud” que se valoraba en la sociedad china de la época. Aunque mantener las promesas se consideraba una virtud, se piensa que Zhuangzi usó este ejemplo extremo para mostrar los peligros de la obstinación inflexible.
En Japón, con la difusión del aprendizaje clásico chino durante el período Edo, este relato histórico se hizo ampliamente conocido y llegó a usarse como un proverbio didáctico.
Ejemplos de uso
- Mostró La fidelidad de Osheng, solo pudiendo responder según el manual, molestando a los clientes
- Las reglas son importantes, pero para evitar La fidelidad de Osheng, a veces es necesario un juicio flexible
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, “La fidelidad de Osheng” ha adquirido un nuevo significado, particularmente en entornos laborales cada vez más digitalizados. A medida que la IA y los sistemas se vuelven más prevalentes, se está reconociendo nuevamente la importancia de la flexibilidad y el juicio similares a los humanos.
Por ejemplo, en entornos de servicio al cliente, el personal que solo puede responder según los manuales a veces es criticado por ser como “La fidelidad de Osheng”. Esto se debe a que seguir solo reglas y procedimientos sin entender las verdaderas necesidades de los clientes no puede lograr el propósito original de “satisfacción del cliente”. Por otro lado, ignorar completamente las reglas también es problemático, requiriendo un equilibrio apropiado.
Además, con la difusión actual del trabajo remoto, las formas tradicionales de trabajar como “estar siempre en la oficina en horarios designados” están siendo reconsideradas. Está ocurriendo un cambio en los valores donde lograr resultados se considera más importante que observar formalmente las horas de oficina.
Sin embargo, curiosamente, con la difusión de las redes sociales, el significado de “mantener promesas” también ha cambiado. Las promesas y declaraciones hechas digitalmente se registran fácilmente, y el impacto social de no mantener las promesas una vez hechas se ha vuelto mayor. Las personas modernas pueden requerir equilibrar “fe” y “flexibilidad” de una manera diferente a Osheng.
Cuando la IA escucha esto
En la era moderna de las redes sociales, las publicaciones de aniversarios entre parejas y las declaraciones del tipo “¡Prometí con fulano!” se han vuelto cotidianas, y las promesas han adquirido un aspecto performativo para mostrarse a otros. Sin embargo, la promesa que Osheng cumplió hasta ahogarse bajo el puente fue un acto puro en un lugar donde nadie lo veía.
Según el “efecto del observador” en psicología, las personas cambian su comportamiento cuando son conscientes de que otros las están observando. Las declaraciones de promesas en redes sociales tienden a vincularse con la necesidad de aprobación que busca “me gusta” y elogios, y existe el peligro de que la motivación para cumplir promesas se desvíe de la “honestidad hacia la pareja” hacia la “evaluación del entorno”. De hecho, existen estudios que muestran que las parejas que más presumen su amor en redes sociales tienen menor satisfacción real en su relación.
Aunque el comportamiento de Osheng resulta difícil de entender para las personas modernas, su esencia radica en la “consistencia que no cambia aunque nadie esté viendo”. Su promesa no tenía elementos “virales” ni “instagrameables”. Solo existía una relación de confianza pura entre él y la otra persona.
Lo que tiende a perderse en la sociedad digital es quizás esta “honestidad privada”. Las verdaderas relaciones de confianza no se determinan por el número de seguidores ni por las reacciones a las publicaciones, sino por cómo actuamos en los momentos en que nadie nos ve. La fidelidad extrema de Osheng nos cuestiona, a nosotros que estamos acostumbrados a las “promesas visibilizadas” de la modernidad, qué es realmente la honestidad.
Lecciones para hoy
Lo que “La fidelidad de Osheng” nos enseña hoy es lo que significa la verdadera sinceridad. Mantener formalmente las promesas y actuar verdaderamente con consideración hacia otros no son necesariamente lo mismo.
En la sociedad moderna, a veces dejamos de pensar en varias situaciones simplemente porque “es la regla” o “está decidido”. Pero no debemos olvidar el propósito original para el cual se hicieron esas reglas y promesas. Lo importante es no perder de vista los aspectos fundamentales: por qué hicimos esa promesa y qué queríamos lograr.
Ya sea en el trabajo o en casa, a veces podemos necesitar el valor de proponer “tomemos un enfoque diferente esta vez”. Esto no es descartar las promesas, sino más bien valorar la esencia de las promesas.
En tu vida diaria también, trata de tomar tiempo para detenerte y pensar: “¿Es esto realmente necesario?” “¿Es este método el mejor?” Convertirse en una persona confiable mientras se mantiene la flexibilidad—esa puede ser la verdadera “fe y rectitud” de la era moderna.


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