Pronunciación de “急いては事を仕損じる”
Isoide wa koto wo shissonjiru
Significado de “急いては事を仕損じる”
“Si te apresuras, arruinarás el asunto” es una enseñanza de que cuando te apresuras en las cosas, es probable que falles, por lo que debes abordarlas con cuidado.
Este proverbio se usa cuando estás presionado por el tiempo y te sientes ansioso, o cuando estás siendo precipitado tratando de producir resultados rápidos. Nos enseña la importancia de detenernos una vez y calmarnos, especialmente cuando enfrentamos trabajo o decisiones importantes. En la sociedad moderna, hay una tendencia a enfatizar la eficiencia y la velocidad, pero este proverbio muestra el valor de priorizar “la certeza sobre la velocidad”. Cuando te apresuras y omites pasos o actúas sin preparación suficiente, a menudo terminas desperdiciando tiempo y esfuerzo. Más bien, la sabiduría es que tomarse tiempo inicialmente para prepararse adecuadamente y hacer planes antes de actuar finalmente llevará a mejores resultados.
Origen y etimología
El origen de “Si te apresuras, arruinarás el asunto” es en realidad un proverbio que ha sido transmitido como sabiduría arraigada en la vida japonesa desde tiempos antiguos. Este proverbio aparece en la literatura del período Edo, y los registros muestran que fue ampliamente usado en libros de instrucción moral y entre la gente común de esa época.
La palabra “shissonjiru” rara vez se usa en tiempos modernos, pero ha sido usada durante mucho tiempo para significar “fallar en el trabajo” o “arruinar las cosas”. En la sociedad artesanal del período Edo, esta enseñanza se consideraba particularmente importante. Esto es porque en el trabajo de los artesanos, un error podría potencialmente arruinar una pieza entera.
Además, dado que expresiones similares se pueden encontrar en los clásicos chinos, existe la posibilidad de que el pensamiento chino antiguo fuera transmitido a Japón y se estableciera como una expresión únicamente japonesa. Se conecta particularmente con el concepto de “wu wei zi ran” (acción sin esfuerzo) en la filosofía taoísta, enseñando la importancia de no ser impaciente y dejar que las cosas fluyan naturalmente.
Los comerciantes y artesanos del período Edo usaban estas palabras en la vida diaria mientras transmitían la importancia de la precaución y la minuciosidad a la siguiente generación. La razón por la que ha sido heredado hasta el presente es probablemente porque esta enseñanza tiene un valor universal que trasciende el tiempo.
Datos curiosos
La palabra “shissonjiru” que aparece en este proverbio ya no se usa más en tiempos modernos, pero era una expresión comúnmente usada en el período Edo. “Shissonji” no se refería a cualquier falla, sino específicamente a fallas en trabajo manual o tareas que requerían habilidad, por lo que en la sociedad japonesa de esa época cuando la cultura artesanal estaba desarrollada, era una palabra muy familiar y apremiante.
Curiosamente, expresiones con significados similares a este proverbio existen en países alrededor del mundo. El inglés tiene “Haste makes waste” y el alemán tiene “Eile mit Weile” (apresúrate con tranquilidad), mostrando que esto ha sido transmitido desde tiempos antiguos como sabiduría humana común.
Ejemplos de uso
- Aunque no hay tiempo para preparar la presentación, si te apresuras, arruinarás el asunto, así que organicemos al menos los puntos clave adecuadamente
- Entiendo que estás ansioso por la búsqueda de trabajo, pero si te apresuras, arruinarás el asunto, así que deberías ser más cuidadoso al elegir empresas
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, “Si te apresuras, arruinarás el asunto” ha adquirido un significado particularmente profundo. Precisamente porque vivimos en una era de digitalización donde se demandan resultados instantáneos para todo, el valor de este proverbio está siendo reconocido de nuevo.
Mirando las controversias en redes sociales, en muchos casos la causa es publicar precipitadamente mientras se está emocional. Los problemas que podrían haberse evitado calmándose y reconsiderando nacen de la ansiedad de que “debo responder inmediatamente”. En el mundo de los negocios también, hay casos infinitos donde productos y servicios lanzados sin pruebas suficientes debido a la prisa por llegar al mercado luego causan problemas mayores.
Por otro lado, en tiempos modernos también hay un sistema de valores fuerte de que “la velocidad es justicia”, y algunas personas pueden sentir que este proverbio está desactualizado. Ciertamente, la capacidad de toma de decisiones rápida para no perder oportunidades es importante. Sin embargo, lo que es verdaderamente importante puede ser la sabiduría para distinguir entre “momentos para apresurarse” y “momentos para ser cauteloso”.
Como interpretación moderna, podemos recibir esto como un mensaje que enseña la importancia de “equilibrar eficiencia y calidad”. Mientras la tecnología ha hecho el trabajo más rápido, este proverbio nos dice silenciosamente que el juicio humano y la creatividad aún requieren tiempo.
Cuando la IA escucha esto
Cuando tenemos prisa, ocurren fenómenos fascinantes en nuestro cerebro. En situaciones de estrés, la amígdala cerebral se activa y nos pone en modo “luchar o huir”. Esto hace que el flujo sanguíneo se concentre en los músculos, reduciendo la circulación hacia la corteza prefrontal, que es la responsable del pensamiento lógico.
Usando la teoría del “Sistema 1” y “Sistema 2” propuesta por el psicólogo Daniel Kahneman, cuando tenemos prisa predomina el Sistema 1, que es intuitivo y rápido. Aunque esto fue evolutivamente necesario para protegernos del peligro, en el mundo moderno donde se requieren decisiones complejas, a menudo nos juega en contra.
Investigaciones reales muestran que los participantes sometidos a presión temporal reducen su tasa de aciertos en rompecabezas lógicos aproximadamente un 30%. Además, cuando se miden las ondas cerebrales de personas con prisa, disminuyen las ondas alfa que aparecen en estados de concentración, mientras aumentan las ondas beta que indican ansiedad y nerviosismo.
Lo fascinante es que este mecanismo neurocientífico coincide perfectamente con la sabiduría que la gente del período Edo había comprendido por experiencia. Lo que la tecnología moderna de neuroimagen ha demostrado es que las observaciones de nuestros antepasados sobre que “la prisa entorpece el juicio” eran literalmente correctas a nivel cerebral.
Lecciones para hoy
Lo que este proverbio nos enseña hoy es “qué es realmente la verdadera eficiencia”. Se trata de la importancia de encontrar el ritmo que finalmente produce los mejores resultados, en lugar de perseguir velocidad superficial.
En la sociedad moderna, todo ha sido acelerado y a menudo se demandan respuestas inmediatas. Sin embargo, ya sea en las relaciones humanas o el trabajo, las cosas verdaderamente valiosas se construyen con el tiempo. Muchas personas han experimentado enviar una respuesta apresurada por correo electrónico que causó malentendidos, o fallar en una presentación debido a preparación insuficiente.
Lo que es importante es desarrollar la sabiduría para distinguir entre “momentos para apresurarse” y “momentos para trabajar minuciosamente”. Al separar la urgencia de la importancia y dedicar tiempo y atención suficientes a lo que es verdaderamente importante, podemos finalmente usar el tiempo efectivamente y lograr mejores resultados.
Comenzando hoy, trata de tomar un respiro antes de comenzar algo. Ese breve momento seguramente hará una gran diferencia. Incluso en la vida diaria ocupada, recuerda este proverbio y aprecia tu propio ritmo.


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