Pronunciación de “我が身を抓って人の痛さを知れ”
Waga mi wo tsunette hito no itasa wo shire
Significado de “我が身を抓って人の痛さを知れ”
Este proverbio significa que para entender el dolor y sufrimiento de otros, primero debes tratar de tener una experiencia similar tú mismo.
Al pellizcar tu propio cuerpo y sentir el dolor, puedes imaginar qué tipo de dolor están sintiendo otros y volverte capaz de empatizar con ellos. Esto se aplica no solo al dolor físico sino también al dolor emocional y situaciones difíciles. Es una enseñanza para cultivar un corazón compasivo que considera las cosas desde la perspectiva de la otra persona.
Este proverbio se usa cuando alguien está actuando sin entender los sentimientos de otros, o en situaciones donde uno debería ser más considerado con otros. También, cuando tú mismo quieres entender los sentimientos de alguien más, recordar esta expresión puede ayudarte a desarrollar una empatía más profunda. Incluso hoy, continúa siendo apreciado por muchas personas como una expresión de la cualidad más importante en las relaciones humanas: “un corazón que considera los sentimientos de otros.”
Origen y etimología
El origen de este proverbio yace en enseñanzas antiguas que expresaban la empatía humana a través de la experiencia física. El acto de “pellizcar” ha sido familiar durante mucho tiempo en Japón como la forma más accesible de confirmar el dolor.
Expresiones similares se pueden encontrar en la literatura del período Edo, y se cree que ha sido usado desde esa época cuando se enseñaba la importancia de entender los sentimientos de otros. El trasfondo de la creación de esta expresión yace en la únicamente japonesa “cultura de la percepción.” Al comparar el corazón compasivo que considera las cosas desde las perspectivas de otros con el dolor físico que todos pueden experimentar, buscaron transmitir este concepto más claramente.
La acción de “pellizcar” es un dolor leve que uno puede controlar por sí mismo. A través de esto, la sabiduría de nuestros ancestros está incrustada, diciéndonos que imaginemos el dolor y sufrimiento que otros podrían estar sintiendo. Particularmente durante tiempos cuando el espíritu samurái era valorado, la consideración y compasión hacia otros eran consideradas virtudes importantes, y se presume que este proverbio se desarrolló dentro de tal contexto.
La razón por la que ha sido transmitido hasta los tiempos modernos es que transmite el valor universal de “entender los sentimientos de otros,” que es fundamental para las relaciones humanas, a través de una expresión simple y memorable.
Ejemplos de uso
- Antes de ser duro con mi subordinado, me recordé a mí mismo “Pellízcase a sí mismo para conocer el dolor de otros”
- Cuando un amigo está deprimido por una ruptura, quiero acercarme a él con el espíritu de “Pellízcase a sí mismo para conocer el dolor de otros”
Interpretación moderna
En la sociedad moderna, el significado de este proverbio se ha vuelto más complejo y profundo. Con la difusión de las redes sociales e internet, hemos llegado a conectar con muchas personas a través de pantallas, pero al mismo tiempo, se ha vuelto más difícil entender los sentimientos de otros.
En la comunicación en línea, no podemos ver las expresiones faciales de la otra persona o escuchar su tono de voz, así que necesitamos evaluar su estado mental solo a partir de palabras. Precisamente debido a tales situaciones, el espíritu de “Pellízcase a sí mismo para conocer el dolor de otros” se vuelve aún más importante. Antes de enviar un mensaje, es crucial imaginar cómo te sentirías si recibieras estas palabras.
Además, en tiempos modernos, se requiere entender la diversidad. Al coexistir con personas que tienen diferentes trasfondos culturales y valores, la enseñanza de este proverbio toma un nuevo significado. Usar la imaginación para entender los sentimientos de personas en posiciones diferentes a las nuestras se ha vuelto aún más importante.
Por otro lado, las personas modernas están atrapadas en el ajetreo y encuentran difícil tomar tiempo para detenerse y considerar los sentimientos de otros. Sin embargo, precisamente debido a esto, la actitud mostrada por este proverbio de “detenerse una vez para pensar desde la perspectiva de la otra persona” se convierte en la clave para enriquecer las relaciones humanas.
Cuando la IA escucha esto
En la década de 1990, investigadores italianos que estudiaban el cerebro de monos hicieron un descubrimiento increíble por casualidad. Solo con observar los movimientos de las manos de otros monos, las neuronas motoras del cerebro del mono observador reaccionaban. Estas células nerviosas se llaman “neuronas espejo” y reproducen las acciones y emociones de otros en el propio cerebro, como si fuera un espejo.
Sorprendentemente, estas neuronas espejo también reaccionan al dolor. Cuando las personas ven imágenes de alguien recibiendo una inyección, las áreas cerebrales relacionadas con la percepción del dolor del observador se activan realmente. Es decir, se demostró científicamente el fenómeno de que “al ver el dolor de otros, uno mismo siente dolor de verdad”.
Sin embargo, los japoneses ya decían hace cientos de años “pellízcate para conocer el dolor ajeno”. Esto coincide completamente con los descubrimientos de la neurociencia moderna. Aunque la gente del período Edo no podía conocer los mecanismos del cerebro, comprendía con precisión el mecanismo de empatía humana.
Aún más interesante es que también existen resultados de investigación que muestran que al infligirse dolor real en el propio cuerpo, el funcionamiento de las neuronas espejo se vuelve más activo. Es decir, el acto de “pellizcar” era científicamente un método efectivo para aumentar la empatía hacia otros. La capacidad de percepción intuitiva de los antiguos realmente nos sorprende.
Lecciones para hoy
Lo que este proverbio nos enseña a nosotros las personas modernas es que el verdadero entendimiento nace de la imaginación. Cuando quieres entender los sentimientos de alguien, primero piensa en cómo te sentirías si estuvieras en su posición. Este pequeño paso tiene el poder de cambiar enormemente las relaciones humanas.
En la sociedad moderna, tendemos a olvidar tomar tiempo para pensar desde las perspectivas de otros porque estamos atrapados en el ajetreo. Pero antes de enviar un correo electrónico, antes de publicar en redes sociales, por favor detente por solo un momento e imagina “¿cómo se sentiría la otra persona?” Ese momento hará que tus relaciones humanas sean más cálidas.
También, este proverbio no está demandando un entendimiento perfecto. Lo que es importante es el deseo de entender. Incluso si no puedes comprender completamente, si tienes un corazón que trata de empatizar con el dolor de otros, eso seguramente se les transmitirá.
Las personas a tu alrededor probablemente también están cargando algún tipo de dolor o preocupaciones. En tales momentos, recuerda este proverbio y ejercita una imaginación gentil. Esa compasión seguramente calentará el corazón de alguien.


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