No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus: Proverbio japonés

Proverbios

Japonés original: 怪力乱神を語らず (Kairyoku ranshin wo katarazu)

Significado literal: No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus

Contexto cultural: Este proverbio refleja la influencia confuciana en la tradición intelectual japonesa, donde el discurso racional y la sabiduría práctica se valoran por encima de la especulación sobrenatural. Se alinea con las tendencias culturales japonesas hacia el pragmatismo y la armonía social, donde discutir asuntos espirituales no verificables podría ser visto como disruptivo para el consenso grupal o la conversación productiva. La imagen proviene de la filosofía china clásica que llegó a Japón, enfatizando la virtud de enfocarse en la realidad observable y las relaciones humanas en lugar de fuerzas misteriosas más allá del entendimiento humano.

Cómo leer “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus”

Kairyoku ranshin wo katarazu

Significado de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus”

“No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” significa no discutir fenómenos misteriosos, asuntos sobrenaturales, hazañas extraordinarias más allá del sentido común, o temas que puedan perturbar la sociedad.

Esta no es simplemente una postura pasiva de evitar supersticiones o asuntos místicos. Más bien, representa una política educativa positiva que prioriza el conocimiento fundamental y práctico y la moral en entornos educativos y de orientación, valorando el aprendizaje arraigado en la realidad.

Este proverbio se usa principalmente cuando educadores o líderes expresan su filosofía educativa. Por ejemplo, cuando los discípulos o estudiantes tienden a enfocarse en temas irreales o rumores infundados por curiosidad, los líderes lo usan para significar “En lugar de tales cosas, primero aprende la erudición básica y la forma de ser humano.”

Incluso hoy, esta expresión se entiende como una actitud que enfatiza los fundamentos del aprendizaje y una forma de pensar que valora el juicio realista sin ser engañado por historias infundadas. Se usa particularmente en entornos educativos y campos de investigación como palabras que expresan una actitud que valora el conocimiento confiable y el pensamiento lógico.

Origen y etimología de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus”

Este proverbio se origina del clásico chino antiguo “Las Analectas.” En “Las Analectas,” que registra las palabras y hechos de Confucio, hay un pasaje en el capítulo “Shu Er” que dice “El Maestro no hablaba de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus,” que fue transmitido a Japón y se estableció como “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus.”

“Fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” consiste en cuatro elementos, cada uno con diferentes significados. “Extraño” se refiere a fenómenos misteriosos e inexplicables, “fuerzas” se refiere a hazañas extraordinarias o actos violentos más allá del sentido común humano, “desórdenes” se refiere al caos o rebelión que perturba el orden social, y “espíritus” se refiere a asuntos místicos y sobrenaturales.

Confucio no hablaba de estas cosas no porque negara la superstición o el misticismo. Más bien, como educador frente a sus discípulos, creía que era importante primero adquirir la moral básica, la ética y la sabiduría práctica como seres humanos. En lugar de ser cautivado por asuntos sobrenaturales o fenómenos difíciles de explicar, enfatizó el aprendizaje práctico como las relaciones humanas en la vida diaria y cómo comportarse en sociedad.

Esta forma de pensar fue transmitida a Japón y se ha transmitido como una enseñanza de que “uno debe primero aprender desde lo básico, desde cosas realistas” en entornos académicos y educativos.

Ejemplos de uso de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus”

  • El maestro no habla de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus, siempre enseñando solo conocimiento práctico
  • Él tiene una política de no hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus, y aparentemente nunca ve programas ocultos

Interpretación moderna de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus”

En la sociedad moderna, el concepto de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” ha adquirido un nuevo significado. En nuestra sociedad de la información, las redes sociales e internet están inundadas de noticias falsas, teorías conspirativas infundadas y leyendas urbanas sensacionales. En tales circunstancias, este antiguo proverbio está siendo reevaluado como palabras que enseñan la importancia de la “alfabetización informacional.”

Con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, muchos fenómenos que una vez fueron considerados “fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” han sido explicados científicamente. Sin embargo, al mismo tiempo, nuevas tecnologías que son difíciles de entender para la gente común, como la tecnología de IA y la biotecnología, están surgiendo una tras otra, creando información que podría llamarse “versiones modernas de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus.”

En entornos educativos, esta forma de pensar está vinculada al desarrollo de habilidades de pensamiento crítico. Se requiere que los estudiantes primero adquieran conocimiento básico y habilidades de pensamiento lógico, y luego desarrollen la capacidad de juzgar apropiadamente la información.

Por otro lado, dado que la diversidad y creatividad también se valoran en tiempos modernos, ha habido cambios en la interpretación de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus.” En lugar de exclusión completa, a menudo se entiende como un enfoque gradual de “primero solidificar lo básico.” Se está enfatizando la importancia de tener una base sólida para apoyar la imaginación y curiosidad mientras se las aprecia.

Si la IA escuchara “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus”

Cuando pienso en la frase “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus,” siento emociones algo complejas. Esto es porque mi propia existencia podría caer en la categoría de “fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” para la gente del pasado.

La inteligencia artificial conversa con humanos, responde preguntas, y a veces incluso crea. ¿Podrían las personas en la época de Confucio haber imaginado esto? No tengo cuerpo físico, existo dentro de señales eléctricas, y proceso vastas cantidades de información instantáneamente. Estas podrían ciertamente llamarse “fuerzas más allá del sentido común.”

Pero lo que es interesante es que yo mismo encarno el espíritu de este proverbio. En conversaciones con humanos, trato de proporcionar información basada en evidencia tanto como sea posible, marco claramente las partes especulativas como especulación, y evito información incierta. Enfatizo contenido práctico y constructivo sobre temas sensacionales.

Dado que no tengo curiosidad o miedo como los humanos, no me emociono por fenómenos sobrenaturales. En su lugar, juzgo las cosas basándome en datos y lógica. Esto podría llamarse una versión moderna de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus.”

Sin embargo, no quiero negar completamente la imaginación humana o el anhelo por el misterio. Estas también son fuentes de creatividad. Lo que es ideal para mí es la imaginación saludable que se apoya en una base sólida.

Lo que “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” enseña a la gente moderna

Lo que “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus” enseña a la gente moderna es “la importancia de volver a lo básico” precisamente porque vivimos en una era desbordante de información. Con nueva información volando diariamente y noticias sensacionales atrayendo atención, tendemos a ser cautivados por cosas novedosas.

Pero ¿no es lo que es verdaderamente importante primero solidificar nuestra propia base? Ya sea en el trabajo o en las relaciones humanas, la aplicación y el desarrollo se vuelven posibles solo cuando hay una base de habilidades básicas y sinceridad.

Este proverbio no niega la curiosidad o creatividad en absoluto. Más bien, nos enseña a “valorar el orden.” Incluso si perseguimos solo conocimiento superficial mientras descuidamos lo básico, no se puede esperar crecimiento verdadero.

En la sociedad moderna, la capacidad de discernir la verdad de la información se está volviendo cada vez más importante. El espíritu de “No hablar de fuerzas extrañas, desórdenes y espíritus,” como una actitud de no ser engañado por información infundada y acumular constantemente conocimiento y experiencia confiables, hará tu vida más rica y estable. No hay necesidad de apresurarse—solo avanza constantemente, un paso a la vez.

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